domingo, 25 de enero de 2015

Qué me ha dejado el Running en 4 meses

     Después de cuatro meses ya he podido comprobar los cambios que me ha provocado correr. No han sido sólo físicos, sino también a nivel mental, algo que pensé que no sería tan acusado. En términos generales creo que ha sido a mejor, pero aún me falta mucho camino por recorrer.

     A nivel físico, el principal cambio ha sido la pérdida de peso, que ha sido más rápida de lo que esperaba. En estos cuatro meses han caído poco más de cuatro kilos. Es más, he pasado la linea psicológica de los 60 kg. Me siento un poco trasnochada hablando de kilos, porque lo cierto es que procuro no pensar en ello. Y eso si es un cambio importante, porque ya no me preocupa tanto el número que sale en la báscula, sino que me vea bien. ¿Y me veo bien ahora? Me veo mejor, la verdad, pero asumo que debo variar la rutina si quiero conseguir más resultados. Al final, de tanto leer, he comprendido que no es tan sencillo como ponerse las zapatillas unos cuantos días y salir a trotar por ahí (aunque por ahora es lo que hago).

     En lo que si he notado una mejoría bastante espectacular en este plano es en la salud general, que al final, es lo más importante. Soy de esas personas que están todo el año con el moco colgando, durante los meses de calor por la alergia, y con el frío siempre estoy congestionada y al borde del catarro. Este invierno no, todo lo contrario, solo tuve un trancazo muy feo al poco de empezar a correr, pero desde entonces nada. De hecho, he tenido que dejar de correr quince días por el trabajo y los exámenes y ya amenazaba mi nariz con represalias, pero he salido a correr y se me han quitado de golpe. 

     Además, me encuentro con más energía. Aunque he pasado unos días muy malos de trabajo y con mucho estrés porque no podía estudiar, por las mañanas me levantaba descansada y más activa que hace un año. Apenas me han dolido los pies o las rodillas de tantas horas de pie (el cuello y las lumbares es otra cosa), así que otro punto a favor del running. Otro parámetro que se ha visto afectado desde que corro es la alimentación. Hay mucho que mejorar, desde luego, pero he cambiado las galletas grasientas y los croissanes a reventar de mantequilla por cereales (¡en mi vida había sido capaz de tomar cereales!), pero todavía no he podido reducir la leche aunque siga pensando que es parte de mis problemas de barriga. Como muchas más ensaladas y prácticamente cero fritos, salvo por las croquetas, que esas no las perdono un par de veces al mes. Y debo comer muchas más verduras (mi madre alucinaría si me viera comer acelgas) y cuando las coma, no bañarlas en ketchup. ¡Ah! Y convencer a Víctor de que el pescado no quiere matarle. Y no echarles nata a los crepes. Bueno, a lo mejor si que tengo muchísimo trabajo por aquí.

     A nivel psicológico también han cambiado cosas. Por ejemplo, ha mejorado mi autoconcepción (si es que ese palabrejo existe), porque cuando salgo a correr siempre me digo lo mismo, que podría estar en casa y ahí estoy, esforzándome. Pero al final, muchas veces me queda una sensación bastante amarga, de que podría haberlo hecho mejor, que soy muy lenta, que parezco un pato mareado, que debería salir más a menudo, qué piso fatal, que mi zancada es de enanito, qué hago parándome al final de la cuesta, por qué no soy capaz de respirar bien... Y al final, de tanta presión que me pongo encima, hay momentos de bajón que me siento bastante fracasada y un lastre para Víctor. Menos mal que soy cabezota y vuelvo a intentarlo una y otra vez. Al principio era fácil, porque veía una mejoría constante casi cada día, pero llevo un par de meses que me noto estancada. Tiene explicación, desde luego, las navidades no son el momento óptimo para correr con la suficiente asiduidad, pero hay veces que lo veo muy cuesta arriba y que no avanzo.

La última vez que salí sola a correr tuve un momento muy Zen.
      Otra cosa buena que me está trayendo es la capacidad de concentración, y eso lo noto a la hora de estudiar (cuando puedo sentarme a ello). Ahora, desde el minuto 1 que me siento ya estoy asimilando lo que leo, y además lo asimilo mejor. Igual no tiene que ver, pero si que he notado mejoría. Pero por otro lado, y sobre todo estos días pasados, me generaba algo así como ansiedad el no poder salir a correr, me he sentido muy encerrada, o en la tienda o en casa estudiando, y eso tampoco es que sea bueno. Cuando salgo si que se me libera bastante el buffer de la cabeza, pero para ello tengo que salir, y si no puedo, parece que las preocupaciones se retroalimentan.

     También ha influido a nivel social. Ahora mismo hay mucha gente que corre y que está dispuesto a echar una mano a los novatos como yo en las redes sociales, y de ellos, sobre todo de los más cercanos, es de los que más se aprende. En mi caso, mis grandes referencias (terrenales, Chema Martínez o Kilian Jornet no cuentan), son @alma_cupcakes (con su blog El Blog de Alma), @AlbBarrantes (también tiene uno muy ameno El Tío del Megáfono) y @contadordekm. Así que al final acabas conociendo a mucha gente. Espero que dentro de no mucho, pueda apuntarme a las quedadas que se hacen, como las de #kmxalimentos.

     En cuánto a la familia, qué os voy a decir que no sepáis. Tengo la suerte de que puedo correr con mi pareja, que es quién más me anima y más me arrastra a la calle para correr. También el que más paciencia intenta tener conmigo cuando no hago caso a lo que me dice. Y también tengo la enorme suerte de que a mis padres (y mi tía en breve, ¡seguro!) les gusta compartir esto conmigo. Ya no es solo que nos inviten a las carreras, es que hasta nos dejan entrenar con ellos. Ojalá todo el mundo tuviera un hobbie o un nexo con sus padres como este. ¡De verdad, que estas cosas unen!

No me digáis que no somos una familia guapa, guapa.
     Y seguro que hay un montón más de cosas que el running ha cambiado en mi vida en estos cuatro meses. Pero seguro que no tantas como las que están por cambiar. Y mientras no haya lesiones de por medio, seguro que es para mejor. Si alguien que me lee, aún no le ha dado por salir a correr (o andar deprisa, que también vale), no se a qué espera, yo soy la prueba de que en poco tiempo esto funciona.

     ¡Saludos y gracias por leerme!

2 comentarios:

  1. Uala!!! Pero qué bien todo, no?? Jaja! Me alegro muchísimo de que algo tan "sencillo" como salir a correr te esté aportando tantas cosas buenas, seguro que hay mucha gente que no se lo cree, pero tienes toda la razón :)

    Un beso grande y seguir trotando!

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    1. Todo es empezar! Aunque al principio y con este frío cuesta un montón!

      Un beso muy grande!

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