miércoles, 1 de abril de 2015

Weekly Report 11

     Estoy lesionada, o eso creo. Me parece que Víctor lo ha llamado luxación del dedo gordo del pie. Aunque no es médico y suena estúpido, bien podría ser lo que dice. El caso es que desde el sábado me duele muchísimo, sobre todo al doblarlo hacia adentro y basta cualquier ligero movimiento para que pegue un respingo. Pero solo hacia adentro, así que no me afecta demasiado para andar, y al parecer, para correr tampoco. En cualquier caso, el lunes no me la quise jugar y me quedé en casa.

MARTES

     Me parece que hoy tenía mucha mierda para sacar fuera, porque he acabado haciendo ¡12,5 km! Mi récord de distancia. En un primer momento no pensaba hacer mucho, quería ver si la trialera que había encontrado el sábado estaba practicable después de las lluvias, para poder enseñársela a Víctor el jueves. Los dos primeros km los he sufrido, el primero me ahogaba, y el segundo me dolía la tripa. Pero después ha ido todo como la seda.

     Tengo un problema. O no, lo mismo no lo es. Voy buscando el camino más estrecho o que menos marcado esté. Y una se lleva agradables sorpresas, porque he encontrado un senderillo que había momentos que me daba la impresión de que estaba en la Sierra. A ver si soy capaz de volver a encontrarlo. Cuando ha cantado los 5k, yo no me quería volver a casa, así que he seguido alejándome, hasta que me he topado con la M40, pero seguía queriendo hacer km, así que la he ido siguiendo. Ha habido un momento de mal rollo, porque han empezado a aparecer carteles de "Zona Militar, prohibido el paso". ¿Pero que iban a hacerme? ¿Y quién? Porque no había ni Peter.

     Cuando he visto que se me echaba la noche encima y estaba aún a 6km de casa y en un sitio que no conozco aún bien, me he ido dirigiendo resignadamente a casa. Iba comodísima, hubiera hecho un montón mas de km de haber llevado el Ironman, pero vuelvo a repetir que no tenía intención de hacer más de 6km. Cuando llevaba lo que creía que eran casi 11km me he empezado a rayar, porque se me estaba haciendo muy largo el km, y resulta que hacía un km y medio que el Endomondo se había cerrado. ¡Qué rabia! Además, durante toda la práctica el Endomondo me iba diciendo que me faltaban nosecuántos km para batir a mi enemigo. ¿Lo qué? Resulta que con el culo (donde va el bolsillo del móvil) he debido desafiar un récord de mi tío Fran. Y en algún momento, no se qué ha tocado el culo que de repente se ha cortado la música y ha empezado a sonar un "cumpleaños feliz" a todo trapo, que casi me mata del susto.

     ¡¡¡Grandísima salida!!!

MIERCOLES

     Después de salir el día antes más de 12 km, quedé con mi amigo Alberto para comer, y de paso hacer unos km por Alcorcón. Como no tengo ni medida ni conocimiento, en cuanto me dijo de dar la vuelta a Alcorcón (10k) no me lo pensé. ¡Y en qué hora se me ocurre a mi!

     Le he prometido un post entero para él solo, pero por ahora, os puedo ir adelantando que a medio camino empezó a hacerse muy duro, soplaba muchísimo viento de cara e íbamos cuesta arriba, y yo notaba que iba muy trallada. Pero lo cierto es que disfruté mucho con él, y además, hablamos de cosas serias. Necesitaba a alguien que me dijera las cosas claras, y como siempre, Alberto estuvo ahí, ¡para darme un poco de terapia psicorunner!

DOMINGO

     ¡Soy chica Boost! Víctor me convenció para comprarme las zapatillas más caras que tenía en la tienda, unas Adistar Boost, y como el domingo sólo trabajé tres horas y me podían las ganas por estrenarlas, me fui a buscarle al curro con ellas. Todavía no os puedo hacer un feedback, porque reconozco que no las he probado en las mejores condiciones (aún) pero las zapatillas pintan muy, pero que muy bien.

     En cuanto a la salida de hoy, he ido buena parte del camino por la Casa de Campo, muy pistero todo y esta zapatilla pide asfalto. Pero aún así, me llevaba con la lengua fuera. A pesar del cansancio que llevaba, casi bato mi test de Cooper (¡cómo odio no haberlo superado aún!), y ahí me dí cuenta de que si quería llegar hasta la tienda, tendría que aflojar sí o sí, así que me lo tomé con más calma.

     Hasta Príncipe Pío fue todo muy rodado, bastante llanete e incluso con una cuesta abajo muy agradable. Pero a partir de ahí fue todo sufrimiento, dolor y lágrimas. El tramo que va hasta Plaza de España lo hice a tirones, a ratos corriendo y a ratos andando. Aún así, no hice mal tiempo, pero se me estropeó, porque pillé un semáforo infinitamente eterno bajo un puente donde perdí la señal GPS y se pensó el Endomondo que había tardado 5 minutos en recorrer 100 metros. ¡Argh! Pero aún con todo, iba hecha polvo, hasta un ciclista (un poco perroflaura el muchacho) vio que al adelantarme me enganchaba a él para ir tirando y aflojó un poco durante un rato para que pudiera mantener el ritmo.

     Luego, al llegar por fin a Gran Vía, intenté subirla corriendo, pero fue del todo imposible, os podéis imaginar la cantidad de gente que puede haber a las 8 de la tarde de un domingo que hace tan buen tiempo, por el centro de Madrid, ¡un auténtico horror! Cuando me cansé de esperar semáforos y de estar a punto de atropellar a varias viejecitas, me dí por vencida, a más o menos un km de la tienda. Lo peor de todo fue el calor y la sed que pasé, además iba cargando con el cortavientos, porque la vuelta iríamos en metro y no quería quedarme fría. Cómo sería mi cara de muerta, que antes de recoger a Víctor me pasé por mi tienda y mi jefa me dio agua y un buen puñado de chocolatinas Lindt :D



     Lo cierto es que estoy muy contenta con esta semana, he batido mi récord de distancia (tanto diario como semanal), pero la verdad es que me noto muy cansada. ¡Espero que no se me haya ido de las manos y que no me pase factura!

¡Gracias por leerme!

1 comentario:

  1. Ualaaaa!! Menuda semanita, no?? A este paso te haces la media con los ojos cerrados!! Enhorabuena!!

    Un beso!!

    P.D. Hay que ver lo bueno que está el chocolate Lindt :D :D :D

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